Es waren Wochen und Monate intensiver Arbeit. Alles verging in ungeheurem Tempo und plötzlich fing der Count down an. Viel organisieren, einpacken, aufräumen , an alles denken und nichts vergessen. Dann kam der schwere Abschied von Facundo, Matthias, Eric, Myriam, Axel, Mama Danza und Daphne, von unseren lieben Freunden, vom Klub, von unserer Heimat Argentinien. Die Wartezeit am Flughafen in Buenos Aires schien uns wie im Nu zu verlaufen. Ich dachte, wie schnell ist man dann weg, man sitzt am Bord und überlegt, philosophiert, denkt an vieles darüber nach.
Die Ankunft in Frankfurt brachte mich wieder in die Wirklichkeit zurück. Alles schnell, schnell, denn der Flughafen ist riesig und unser Anschlussflug nach München war schon bereitgestellt. Mit Umhängetaschen, Laptop und außer Atem schafften wir den Anschlussflug.
In München wartete auf uns meine liebe Freundin Anne Hirschbolz aus Kaufbeuren. Liebe Anne vielen Dank für den lieben Empfang mit den wunderschönen gelben Rosen, die heute noch in der Vase hier in München auf meinem Schreibtisch als schönes Andenken deiner Anwesenheit stehen.
Das Wiedersehen mit Gitti und Werner Grün war auch ein tolles Ereignis. Kaffee und Kuchen im Garten! Die langen Monate in Buenos Aires hatte ich mich innig danach gesehnt. Wie unterschiedlich ist das Leben in Südamerika. Plötzlich merke ich, dass Deutschland auch meine Heimat ist, wo ich viele liebe Menschen treffe, mit denen ich interessanten Gesprächsstoff tausche. Menschen, mit denen ich mich wunderbar verstehen und ergänzen kann. Also aus der Heimat in die Heimat! Aus dem Tagebuch einer Pendlerin zwischen den Welten.
Fueron semanas y meses de intensa labor. Todo transcurrió en vertiginoso tiempo y repentinamente noté que había comenzado la cuenta regresiva. Hubo que ordenar cientos de cosas, organizar, empacar, pensar en todo y no olvidar nada. Luego vino la dura despedida de Facundo, Matías, Myriam y Eric, Axel, mamá Danza y Daphne, de nuestros queridos amigos, del club, de nuestra patria Argentina. El tiempo de espera en el aeropuerto transcurrió en un santiamén y pensé que rápido se sucede todo, cuan grande es la finitud de las cosas. Se sube al avión y sentado uno comeinza a reflexionar, a pensar en miles de cosas, y filosofa y filosofa. Tal vez porqué no se puede hacer otra cosas que tratar de resumir en un momento la amplitud de la vida.
Nuestro arribo en Frankfurt me volvió a la realidad ya que allí debimos correr para alcanzar nuestro vuelo de conexión a Munich. En Munich nos estaba esperando mi querida Amiga Anne Hirschbolz. El reencuentro y la calidéz de su abrazo, la recepción de sus hermosas rosas té me emocionaron muchísimo. Las rosas aún me acompanian ocupando un lugar importante sobre mi escritorio aquí en Munich.
La recepción de nuestros amigos Gitti y Werner Grün, su invitación con café y torta en el jardín, los temas que abordamos hasta entrada la noche me devolvieron la animosidad que había perdido las últimas semanas tan caóticas en Buenos Aires. Qué diferentes estilos de vida hay en Sudameríca. Son mundos tan distintos. . .
Alemania es también mi patria y me siento aquí también muy bien, un poco alejada de mis otros afectos, pero existe en realidad el trabajo ideal? Se puede tener todo al mismo tiempo? Pienso que no. Agradezco mucho a mi gran amiga la Hna Verónica Negri, Franciscana de la Caridad Cristiana que me actualiza en este momento mi blog, ya que desde aquí me resulta imposible.
Del diario de una ciudadana del mundo.